¿Cómo preparar una fondue de queso perfecta?

La fondue de queso procede, según se cuenta, de la costumbre que tenían los pastores de la Suiza francesa de calentarse este producto para conseguir una comida con la que soportar las inclemencias del tiempo. Con el paso de los años, la fondue se ha convertido en uno de los platos más populares a nivel mundial consiguiéndose variantes y recetas muy diferentes a la hora de prepararla. Eso sí, es necesario conseguir este alimento en una fábrica de quesos artesanales de calidad para conseguir el plato deseado.

Recetas tradicionales de la fondue de queso

La receta más común es la que contiene queso gruyere, un queso de origen suizo que se produce en los Alpes, gracias a la leche de vaca con denominación de origen que únicamente se produce en los meses de verano. Este es el momento en que las vacas suben a las praderas en las mejores condiciones meteorológicas. También es habitual prepararlo con queso vacherin que se funde estupendamente y que si se combina con el gruyere se consigue la combinación ideal para disfrutar de una fondue exquisita. Pero lo cierto, es que dado lo complicado que es encontrar este tipo de queso, suele sustituirse por el emmental suizo.

Para la preparación de la fondue es necesario primeramente cortar el queso en cuadrados pequeños o rallarlo para que su fundido resulta más sencillo. Después se toma la cazuela típica de la fondue y se frota en su interior un ajo partido en dos. Se añade un poco del queso, de zumo de limón y de vino y a fuego lento, se va removiendo lentamente y de manera constante. Cuando se vaya derritiendo se añade el emmental o el vacherin. Se sazona con pimienta y con un poco de nuez moscada y se remueve todo de nuevo hasta conseguir una crema lisa y brillante. ¡Una auténtica delicia!