Seguro que más de una vez has tenido en tus manos un queso y has pensado, ¿cómo tengo que cortarlo? Y es que dependiendo del tipo de queso que sea, será necesario realizar un tipo de corte u otro. Hoy desde nuestra fábrica de quesos artesanales queremos enseñar cómo proceder en cada caso de la mejor manera.

Distintos cortes de queso

Los quesos de pasta blanda como el Brie o el Camembert se deben cortar como si fueran una tarta. Esto eso, sacando una porción triangular desde su centro hasta el exterior. Dicha porción se debe dividir posteriormente en dos para poder disfrutar de su sabor al máximo. Los quesos cremosos tienen la corteza dura pero su interior parece que esté fundido. Por esto, solamente es necesario quitar la tapa de arriba y coger con una cuchara el queso directamente para untarlo en una tostada. Para cortar un queso cilíndrico como el rulo de cabra, se deben hacer rodajas no muy finas con ayuda de un cuchillo bien afilado y humedecido con agua tibia. En cada uno de los cortes se debe ir mojando y retirando el exceso de agua.

El queso duro como el manchego es muy duro, por lo que deben partirse en dos con ayuda de un cuchillo y después sacar cuñas de cada una de sus mitades. Por último, se quita la corteza de sus lados y se realizan cortes triangulares. Los quesos muy duros como es el parmesano se venden en cuñas directamente, puesto que sería muy difícil cortarlo en una cocina convencional. Para poder disfrutar de todo el sabor de este tipo de quesos, lo mejor es rallarlo y espolvorearlo sobre tu plato favorito.