Los productos fitosanitarios son aquellos que se destinan a preservar la producción, el almacenaje, la distribución y el transporte de todo tipo de productos agrícolas y de otros procedentes de ellos. Es por eso que la venta de productos fitosanitarios y su uso son fundamentales para proteger la salud pública.

Beneficios del uso de los productos fitosanitarios

Los productos fitosanitarios impiden que cada año se produzcan importantes descensos en la producción de vegetales y frutas, fibras y forrajes. Se estima que dicha reducción en todo el mundo podría estar en torno al 30% y el 40%. Por tanto, son productos que protegen la sanidad de las plantas y nuestros alimentos.

Una de las grandes dudas que suelen tener los productores agrícolas es si los productos fitosanitarios son seguros para la salud y el medio ambiente. La respuesta es que sí, pero siempre y cuando se utilicen de manera responsable. Para ello, deben ser evaluados en un proceso regulatorio basado en las normas y los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Gracias a la venta de productos fitosanitarios, los agricultores pueden mejorar el rendimiento de los terrenos e incrementar la producción agrícola. Además, este tipo de productos extienden la vida de los cultivos y demoran su deterioro, lo que repercute en una reducción del precio y en una mayor seguridad por parte de los consumidores.

La diferencia entre los productos fitosanitarios y los plaguicidas es que estos últimos engloban también el uso de sustancias no agrícolas o vegetales como los biocidas físicos, biológicos o químicos. No obstante, en muchas ocasiones los plaguicidas están considerados como un producto fitosanitario.