Como profesionales en la venta de productos fitosanitarios, conocemos la capacidad que están adquiriendo los organismos desde hace ya tiempo, a resistirse la acción de estos. Este fenómeno junto con el impacto ambiental que provocan es uno de los efectos que más preocupa dentro del sector agrícola.

Mecanismo de resistencia genética a los productos sanitarios

En las primeras investigaciones que se llevaron a cabo sobre las resistencias a los productos sanitarios, estas se encontraban centradas en la pérdida de la eficacia de algunas moléculas insecticidas frente los mosquitos y las moscas. Con el paso de los años, el estudio se amplió a otros organismos que también afectaban a la agricultura como son las malas hierbas, los hongos, las bacterias, los insectos, etc.

Las causas genéticas están entre las responsables de la aparición de los organismos resistentes a un tratamiento de control. La presencia de ciertos genes es capaz de controlar o de activar procesos metabólicos que con diferentes mecanismos bioquímicos, consiguen bloquear la acción de las moléculas biocidas.

Estos genes de resistencia aparecen en ocasiones en las poblaciones debido a una mutación espontánea, aunque se trata generalmente de una resistencia preadaptativa. Esto significa que los genes ya existían antes de la utilización de los productos fitosanitarios. Aunque se trata de una mutación infrecuente, sí que quedó probada, por ejemplo, en la década de los 50 en cepas de moscas domésticas resistentes al DDT. No en vano, la utilización repetida a lo largo del tiempo de ciertos plaguicidas permite la supervivencia de los individuos más resistentes.